Cuando pensamos en vestidos de boda, automáticamente nos imaginamos largos vestidos bordados y combinados con velos blancos. Estos diseños tienen infinidad de siluetas: sirena, princesa, vestido de gala, espalda descubierta… entre muchos otros.
Aunque la gran mayoría de mujeres escogen vestidos largos para su gran día, muchas otras prefieren innovar el concepto de novia clásica que ha predominado a lo largo de la historia. Su silueta preferida? El vestido corto.
Si echamos la vista atrás, concretamente a los años 60, podemos apreciar algunos diseños icónicos vestidos por algunas de las mujeres más emblemáticas de Hollywood. Empezando el 1968, la actriz y modelo estadounidense Sharon Tate se casó con el director Roman Polanski en la ciudad de Londres. El vestido que escogió para la ocasión, a pesar de ser invierno, fue un babydoll corto y blanco que corría a cargo de Alba, la famosa y celebrada diseñadora de Hollywood de los años 60.
Un año después, Audrey Hepburn se casó con el psiquiatra italiano Andrea Dotti en Suiza. El vestido que eligió es uno de los más icónicos de la historia de las bodas. Diseñado por Givenchy, Hepburn llevaba un minidress de manga larga con cuello alto. No solo innovaba el diseño de este, sino que el estilismo que lo acompañaba también iba más allá de las normas.
En 1990 Cindy Crowford escogió un sencillo slipdress de John Galliano para su boda descalza en Rande Gerber. La modelo se decantó por un paseo por la playa con su marido en vez de una entrada tradicional al altar.
Chiara Ferragni, una de las fashion influencers más importantes del mundo, se casó con el cantante italiano Fedez el 2018. La ceremonia se dividió en dos partes y la fiesta tuvo lugar en un parque de atracciones que ellos mismos prepararon. Chiara vistió un vestido de princesa firmado por Maria Grazia Chiuri, actual directora creativa de Dior. La falda del vestido podía sacarse y este se transformaba en un un mini ballerina dress.
Un año después, Hailey Baldwin, ahora Mrs. Bieber, se casó con Justin Bieber. La it girl se decantó por un mini dress de Vivienne Westwood en la cena previa a la boda. Hecho a mano, el diseño era encorsetado y fue creado con seda ecológica.